jueves, 26 de enero de 2017

Sus ojos

Tus ojos… Me enamoraron  hace muchos años… pero muchos…  Quizá demasiados para el recuerdo, pero imborrables jamás para el corazón. Tampoco la ilusión se ha velado nunca en ellos. A pesar de que nuestra vida… como cualquier vida, nunca es entera un caminar entre nubes y siempre surgen zancadillas y heridas, unas veces superables y otras que cuestan más cargar a la espalda para seguir caminando… con una mochila cada vez más pesada.
Pero no es tu caso… no es el caso de  esos ojos de los que me enamoré,  a los que el tiempo y los reveses no consiguieron menguar su brillo.
Fuiste capaz de caminar siempre… de mantener el rumbo… a pesar que a veces fui ese lastre que no te facilitó las cosas. Pero no… Tú no desististe… me agarraste fuerte de la mano y tiraste de mí en mis peores momentos, consiguiendo contagiarme tu optimismo y hacerme volar junto a ti…
Hoy no es tu santo… ni nuestro aniversario. No hay nada que festejar señalado en nuestro calendario. Simplemente me apetece darte las gracias… Gracias porque sigues junto a mi… porque lo haces todo fácil y porque me aportas todo aquello de lo que carezco.

Gracias por tirar de nuestro carro… Por tener el coraje de no detener tu vuelo ante nada y permitirme volar contigo. Gracias por estar ahí… por haberme levantado siempre… cada vez que caí, obviando el riesgo haber caído conmigo.